
El final del verano, con su punto de nostalgia,
nos trae la luz suave, los colores tierra,
las mañanas frías y las chaquetas ligeras.
Las hojas secas lo cubren todo.
Época de recolecta.
De llenar nuestra cocina de moras,
manzanas, avellanas, nueces y calabazas.
Prepararnos para el invierno y esperar,
con anhelo, los largos días de verano.
¡Hasta pronto!
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